Carolina Dell´Oro

Una gota de agua

Me han invitado a presentar el reporte de Desarrollo Sustentable de una importante empresa de este país...

Por: Carolina Dell´Oro | Publicado: Viernes 27 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Me han invitado a presentar el reporte de Desarrollo Sustentable de una importante empresa de este país. Debo reconocer que ha sido por una parte un desafío y, a la vez, una gran oportunidad para mirar el tema del desarrollo sostenible no sólo como una exigencia del momento o una moda, sino que entender que el desarrollo verdaderamente sustentable hunde sus raíces en lo más propio y específico de las personas.

En esta búsqueda, me encontré con una frase de Teresa de Calcuta que me fue profundamente significativa. Ella afirmaba que “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota”. ¿Qué relación tiene esto con la sostenibilidad? Me imagino que muchas empresas se preguntarán qué real aporte logran ellas a partir de esta mirada, cuando los desafíos son tantos y son aún pocas las empresas que han incorporado esta perspectiva en su gestión diaria.

Pero sin duda cada gota de agua es un aporte concreto para el cambio en la mirada de la relación entre las empresas y la sociedad. Es una forma de abrir caminos, dejar huellas para construir una sociedad distinta, más amigable para el ser humano.

Hoy se ha hecho patente que la sostenibilidad de una organización, es decir su posibilidad de perdurar exitosamente a través del tiempo, se asienta no sólo en los aspectos económicos, sino que antes incluso depende de la sustentabilidad humana, que se fundamenta en el bienestar de las personas en las organizaciones, de las necesidades de la sociedad, del medio ambiente y de las comunidades.

El propio interés de las empresas las obliga a estar preocupadas de la sociedad y las predispone a asumir responsabilidades más allá de su ámbito de acción más propio
Hoy vemos surgir una serie de inquietudes respecto al modo de vivir y de hacer sociedad del hombre actual, de hacer empresa. Estamos en una epoca de transición, de t´ransito a una nueva forma de ver la sociedad y la relación entre ella y la empresa. Surgen, así, preguntas fundamentales que quizás hace un tiempo no estaban tan presentes. Surgen nuevos valores tales como innovación, emprendimiento, respeto al medio ambiente, transparencia, diversidad, participación. Pero el valor por excelencia es la colaboración, en contraposición al individualismo competitivo.

Y es así como adquiere sentido la frase de Madre Teresa. Lo propio del ser humano es saber que tiene algo para aportar el mundo, que aunque no sea necesariamente reconocido de modo explícito va haciendo crecer este mar de humanidad que es la sociedad. Y si alguna de las personas siente que su aporte no es importante, no da lo mismo, todo perdemos algo. 
Por esto que los conceptos de corresponsabilidad, ayuda mutua, de participación que están inscritos en el corazón humano, hoy adquieren una gran relevancia. Y es en este contexto que todos los esfuerzos que algunas empresas están realizando hoy por alcanzar un desarrollo sustentable, permitirán que nuestros hijos y nietos puedan de verdad decir que su mundo es un mundo a escala humana.

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